Combinar y simplificar

Consecuencias imprevistas

Para la mayoría de los individuos, la proliferación de cuentas puede ser inadvertida. Es posible que haya acumulado dinero en más de un plan de jubilación patrocinado por la empresa o en una cuenta de jubilación individual (IRA) a lo largo de su carrera. Además, puede tener ahorros personales e inversiones en bancos, cooperativas de crédito y cuentas de corretaje. Tener varias cuentas hace que las inversiones sean más difíciles de controlar. Y una vez que comience a realizar las Distribuciones Mínimas Obligatorias (RMD) de sus cuentas de jubilación con impuestos diferidos, tener varias cuentas puede complicarle las cosas.

Facilitando las cosas

Puede consolidar las cuentas de jubilación transfiriendo los saldos de los planes de las empresas anteriores al plan de su empresa actual, si éste acepta transferencias, o a una cuenta IRA. Una transferencia de fideicomisario a fideicomisario evita impuestos y sanciones sobre los fondos que reinvierte.

Dependiendo de sus circunstancias, puede haber una variedad de opciones disponibles a la hora de gestionar sus activos de jubilación. Estas opciones incluyen dejar los activos en el plan de jubilación de su antiguo empleador (si está permitido), trasladar el saldo al plan de su nuevo/existente empleador (si está permitido), transferir los activos a una cuenta de jubilación individual (IRA, por sus siglas en inglés), o tomar una distribución en efectivo/suma global.

Asegúrese de considerar las posibles ventajas y limitaciones de cada opción en cuanto a la gestión de sus activos. Debe tener en cuenta los servicios ofrecidos, las posibles penalizaciones por retirada, las comisiones y los gastos, el tratamiento de las acciones de la empresa, la planificación de la distribución mínima requerida, la gama de inversiones disponibles y la protección frente a los acreedores. Analice las opciones de reinversión con su asesor fiscal para conocer las consideraciones fiscales.